Mis concursos de pintura

Como muchos aficionados a los wargames empecé en esto como un jugador nada dado a la pintura y montando lo justo para poder plantar las unidades en la mesa sin preocuparme por tener Guardias Imperiales arrastrados por los suelos, u hordas de Goblins en forma de peanas vacías. Poco a poco, a base de ver a otros miembros de la asociación donde jugaba con sus ejércitos o unidades pintadas,  me fue atrayendo más la idea de dar color a mis miniaturas, pero como soy un poco disperso, este despertar creativo se produjo sin mucho orden ni continuidad.

Primeros pasos

Se dio la circunstancia de que en  las tiendas Games Workshop de antaño, sí, aquellas en las que se olía el frikismo a kilometros de distancia y que estaban sobrepobladas de feromonas sin control, se convocó un concurso de pintura y me decidí a llevar representación propia después de saber que otros compañeros también presentarían sus obras.

Las miniaturas que presenté son estas que veréis abajo, lógicamente, no gané nada, pero como curiosidad siempre me quedará la anécdota del dependiente, este señor no conocía al Capitán Al’Rahem de Tallarn y al verlo me dijo que le gustaba mucho mi transformación… Bueno, cosas que pasan, ¿no? Por lo menos un miembro de la asociación sí que se llevó un premio con su unidad de Elfos Silvanos, no recuerdo si fue con los forestales o con los bailarines.

Repetimos escenario

Al año siguiente repetimos, el mencionado socio volvió a pillar premio por su obra, y además ese año también se le sumó su hermano como joven promesa. De nuevo, no conseguí nada con mi miniatura, es lo que hay. El nivel subía y yo… pues eso, pintaba a una semana vista del concurso y durante el año jugaba mucho, sí, pero no pintaba nada, os dejo también una foto de la mini que presenté, ese año sí que le hice una transformación a la miniatura, pero no se dio cuenta nadie.

Concursos locales

El tiempo pasó y en Badalona empezaron los concursos de la Associació de Modelistes Bètulo, en cuya categoría de Fantasía mi asociación daba soporte a la organización del evento, pero no tanto a la hora de presentar obras para el mismo.

Me dejé liar, se ve que soy fácil de convencer, así que presenté mi Chamán Orco… y, bueno, pues eso, uno más que se volvía a casa sin más que decir, eso sí, estuvo bien rodeado de obras brutales, así que en años posteriores no me dejé liar, era el apogeo del Spanish Team y trajeron buen material.

Volvemos a Workshop

El último concurso en el que participé fue en otro de las renovadas tiendas Games Workshop, en esta ocasión creía tener mejor material, pero estimaron que mis arañas eran muy simples y les faltaba iluminación en el negro. El ganador de mi categoría fue un chico que tenía unos elfos bastantes chulos pero con las peanas sin terminar; también presenté un Sacerdote Guerrero, en esta categoría no se quién ganó pero seguro que alguien con las peanas terminadas, así que opté por dejar de presentar mis trabajos a concursos.

Conclusión

Hasta aquí mi triste trayectoria en los concursos de pintura. Principalmente dejé de participar para dejar de tirar mi dinero, siempre son concursos en los que hay que inscribirse con un pago simbólico o no tan simbólico, y hay que ser consciente de las habilidades de cada uno.

Me gustaría puntualizar que no considero que perdiera el tiempo en ellos, aprendí diferentes técnicas porque la gente es muy maja y te enseña trucos muy útiles, y por eso procuro pasar por ellos aunque no participe activamente para ver y dar apoyo al evento.

Ahora me he animado a participar en el concurso de pintura de Instagram por dos motivos, el primero es porque no me cuesta nada, ya que estoy pintando minis igualmente y poner un hastag a mis minis es gratis, y el segundo es porque considero importante apoyar iniciativas por parte de gente que le dedica horas al hobby, de manera que puedan tener más visibilidad y hacer un poco más grande esta afición que nos une.

Saludos.