Hace unos meses, bueno, realmente casi un año, quedé con un colega y durante una conversación sobre nada en particular salió a colación este pobre Bibliotecario, en concreto, la historia fue tal que así…
Era una tarde de entre enero y marzo, una tazas de café humeaban medio vacías sobre la mesa de la cafetería, la conversación giraba entorno a un ser fantástico que creaba una empresa de peanas mientras intercambiaba brazos de Caballeros Grises, cuando en un giro inesperado de los acontecimientos mi compañero de mesa me mira, sonríe mientras se rasca la barbilla, pone voz interesante y me dice:
– Hey tío, el Collado me ha pasado dos primarcas de Forge World.
Pausa dramática, se para el mundo, levanto la mirada del café, aturdido y con poco tacto le digo:
– Ostia!! Joer con el Collado me los podría haber pasado a mí… ¿Qué Primarcas son?
– Pues Fulgrim y Lorgar.
En ese momento mascullo entre dientes, maldiciendo en Gótico Bajo, -pues si quieres te pinto a Lorgar…
La respuesta fue automatica: pues no te voy a decir que no, el sábado te lo paso.
Viajamos en el tiempo y llega el sábado acordado para la entrega de la miniatura de Lorgar, ese dia el cielo anunciaba tormenta, y es que Tzeentch ya había movido sus hilos, y sin yo enterarme me estaba metiendo poco a poco en un jardín.
Cruzo la puerta del local y me encuentro una escena digna de una serie de los años 90 amerciana, con unas cajas dispuestas sobre la mesa y mi colega buscando sin parar, me mira y suelta la primera bomba:
-Tío no encuentro la cabeza de Lorgar.
Aquí tenemos a Tzeentch, tejiendo mi destino, fue el momento para huir pero en mi boca solo salió un conocido: No jodas!! Busca bien.
– No no, no está.
– Vaya tela, lo podrías haber buscado antes.
– Espera que te paso a Fulgrim.
– Bueno, no me gusta mucho la pose pero venga.
– Mmmm
– Y ahora qué….
– Le falta una parte que le quito el Collado para hacer una transformación que no llegó a acabar.
Segundo aviso al que no hago caso, Tzeentch sabe como ser sutil, y mi mente no piensa a largo plazo, parecía que esos Primarcas no querían ser pintados.
Volvemos a viajar en el tiempo y llegamos al primer torneo de Nuth que celebramos en el local. Durante el despliegue de mis hordas Goblins, se acerca mi colega y me dice:
– Tío toma la mini que me dijiste que me pintabas
– Pero… ese no es Lorgar
– No, no encontré la cabeza
– Eh… pero tampoco es Fulgrim
– No, tengo que inventarme algo para hacerle en las partes que le quitó el Collado y aún no se que hacerle.
Abro el envoltorio que cubre parte de la figura y se descubre el pastel, sin pararme a pensar suelto de nuevo -No jodas tío, este Bibliotecario lo tengo en casa sin pintar, busca la cabeza de Lorgar y me lo pasas.
Pone cara de inocente, de esas de yo nunca he roto un plato y me dice: es que he pensado en un par de transformaciones y los voy a pintar yo, y como me querías pintar una mini…
El tiempo se para y Tzeentch sonríe, la trampa ya se ha cerrado.
– Eh no no, yo te quería pintar UN PRIMARCA que no tengo, no una mini que ya tengo por casa.
– Va que mas te da, si total es un marine solo.
Ese momento de debilidad, con mis Goblins mirándome desde la mesa esperando para pelearse entre ellos, Tzeentch descojonándose abrazado a Magnus mientras me señalaba con un dedo huesudo desde el ojo del Terror, fue mi última oportunidad para dejar de lado al Bibliotecario, pero de alguna manera acabó cayendo en mi bolsa y, ahora, meses después, mi colega me pregunta: tío ¿y mi Bibliotecario?
Bueno pues aquí está, casi un año después, el Bibliotecario pintado y yo con la lección aprendida: no pillo más minis a colegas, eso sí, ya que está pintado espero que os guste.
Un saludo.
Buenas compañero!
La verdad es que ha quedado una mini impresionante, gran trabajo.
Un saludo!
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Me alegro de que te guste, las minis de esa edición de Space Hulk son una pasada y a poco que les haces lucen muy bien, algún día me tendré que poner con las mías.
Gracias por pasarte
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